Crónica 2011
Hola a todos,
Hace ya tiempo que quería escribir alguna crónica, ya que este año no he escrito nada todavía, así que voy a comentar un poco lo que ha sido para mí este año haciendo paraditas en cada una de las competiciones que he tenido.
El 2011 arrancó bien, estaba muy fuerte en carrera a pie y en el agua, pero me citaron para operarme de varices a principios de Marzo y me destrozó toda la temporada. Aun tuve tiempo de competir en un 1500 libres antes de la operación en Benicarló con los compañeros del Club Natación Teruel con paellita incluida después. La idea fue la de ir allí para intentar bajar de 20 minutos, pero me tocó nadar sólo desde el primer largo (esperaba algo más de nivel) y acabé yéndome al 20’30” que no está nada mal.
Después vinieron los duatlones que tantas ganas tenía de correr, pero que por la operación tuve que ver desde la barrera con cámara en ristre. Por cierto, ya he empezado con el vídeo, nunca es tarde si la dicha es buena, en unos días lo subiré a youtube.
Tras un larguísimo mes sin poder hacer nada el médico me dio el alta y me dijo que para rehabilitar empezase con bicicleta y nadando, a lo que le respondí “usted no sabe lo que está diciendo, si por mi fuese no haría otra cosa”. Total que a finales de Marzo empecé poco a poco a recuperarme, y llegué al Campeonato de Aragón de Natación Máster (9 y 10 de Abril) con 3000 metros en 5 semanas, lamentable. Pero me había comprometido con el equipo por el tema de los relevos, así que fui a cumplir. Como en estos campeonatos hay poca gente me llevé dos oros y tres bronces que ya están debidamente guardados en el cajón de las medallas por participar. La parte buena es que ya no tenía casi dolor y pude pasar un buen fin de semana en las espectaculares instalaciones del Stadium Casablanca.
Tras esto me fui de vacaciones y empezó mi terrible mes de Mayo, la Quebrantahuesos estaba a la vuelta de la esquina y no llevaba ni mil Kilómetros, cambié de trabajo y además empezaba la recta final del Máster que estaba haciendo. Total que no tenía tiempo para entrenar, ni para dormir, ni nada de nada, pero se intentaba sacar todo lo que se podía para salir con la bici. Así me acabé inscribiendo en la Cicloturista de las Grullas, la primera prueba que me retiro en toda mi vida, no es que sea especialmente dura, pero no hay un solo metro llano, toda la carretera es como si coges una cuerda de una punta y la agitas fuerte de arriba abajo. Al final en el km. 140, a 30 de meta apareció el coche de asistencias y con calambres que llevaba, más una tormenta que se me echaba encima decidí subir la bici al coche y volverme a casa pensando que acabar la Quebrantahuesos iba a estar imposible.
Empecé a salir con los compañeros del club (los proyectos de Ironman que a día de hoy ya lo son) todos los fines de semana para hacer tiradas largas los fines de semana. Le había visto las orejas al lobo y no quería hacer la risa en la QH así que no me quedaba otra que levantarme a las 7 de la mañana los sábados para que me cundiese un poco el día después de hacer 4 horas de bici. Al final como los malos alumnos llegamos a la QH con 2400Km de los cuales 1200 fueron en el último mes y con muchos interrogantes en cuanto a mi rendimiento.
Tuvimos la suerte, Nacho y yo, de poder dormir en cama gracias a la cortesía de una amiga que nos ofreció su casa una vez vio las penurias que íbamos a pasar durmiendo en la furgo de Dani Galindo.
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Preparamos todo con calma en nuestra posada y tras cenar dormimos como marmotas hasta las 5:30 a.m. que sonó el despertador, grrr. Yo seguí la táctica de Nacho que era madrugar mucho para tener un buen sitio y poder coger así un buen grupo que nos llevase a toda leche hasta el Somport (el máquina quería bajar de 7 horas y lo consiguió). A mí personalmente me daba un poco igual porque solo quería acabarla, pero si podía ir con Nacho hasta el Somport ese rato que me quitaba de soledad. Luego la montaña puso a cada uno en su sitio y traté de subirlo con toda la cadencia que pude para no castigar las piernas puesto que la carrera es muy larga.
Tras coronar el Somport apareció la lluvia, y pude escuchar comentarios del tipo “siempre llueve en este puto país”, bajé con cuidado por el agua que caía y una vez en el llano me puse a rueda de unos Vascos que le daban bastante al pistón, así que casi sin darme cuenta y teniendo que dar algún relevo (por obligación que sino…) me planté en las faldas del Marie Blanque. Aquí fue dónde peor lo pasé, subiendo los cuatro kilómetros de pared a golpe de riñón y acabando con la espalda hecha polvo, pero ya estaba superado lo peor, y mi tiempo de paso era increíblemente bueno.
Tras el corto descenso del Marie Blanque enlacé con un grupo que iba de paseo, pero no iba a ser yo el que se pusiese a tirar así que me quedé esperando y comiendo hasta que empezó el eterno Portalet. Lo subí con calma y esperando que mis piernas no me fallasen así que cuando me quise dar cuenta me encontraba a seis para coronar y como iba bastante fresco (dentro de lo que es la QH), le apreté un poco y pasé a muchísima gente, estaba eufórico, cientos de vascos y no vascos se agolpaban en las cunetas en el último kilómetro, me sentía como Contador, fue increíble.
Una vez arriba descenso rápido, pero con coches, me sorprende que no se mate nadie bajando ese puerto, la gente va como loca por ganar unos segundos. El viento se tornó en contra durante los últimos 50 Km, pero daba igual, sabía que iba a acabar, me daba igual la Hoz de Jaca (muy dura por cierto) y me daba igual el viento. Formamos una grupeta con gente que le daba bastante y pasando al relevo unos ocho que estábamos nos comimos los kilómetros en un periquete, eso sí, a la que llegamos a Sabiñánigo, todos los que estaban detrás chupando rueda nos esprintaron en plan Cavendish, manda huevos! Aquí os dejo una imagen que vale más que mil palabras:
Y para terminar con mi resumen deportivo del 2011 el domingo pasado se me ocurrió ir a nadar la travesía de la Sotonera. La organizaba el Club Atletismo Huesca y estuvo muy bien tanto a nivel organizativo, como la temperatura del agua, como el día soleado que acompañó a los nadadores de todas las edades y niveles que nos dimos cita allí. La verdad es que por el tema de la QH no había nadado un pimiento en los últimos meses, pero el que tuvo retuvo dicen así que allí me planté a pasar la mañana. Allí me encontré con Antonio Tornero (Allistair Brownlee desde la 10K) y hablamos un poco de cómo nadar recto sin una ralla pintada en el suelo para no torcerse…
Nuestra salida (la de Máster) fue la más numerosa de todas las que hubo, y también la más larga, ya que se nadaba sobre una distancia de 1500 metros, se supone que medidos con GPS, pero o me torcí mucho, o estoy muy flojo, o había unos cuantos de más. Por lo demás salí fuerte para evitar golpes como hago siempre y en seguida empecé a alargar brazada viendo que por delante se marchaba un tiburón, que se quedó en sus tiempos a dos centésimas de ir a las Olimpiadas en 100 mariposa, así que opté por dejarle ir, pero porque yo quise, no porque no pudiera. Luego mucho oleaje, muy difícil orientarse porque las boyas eran azul-verdoso y no se veían un pimiento, vamos lo típico, además perdí las referencias de los de adelante y no sabía ni en qué posición iba.
Al final apreté en los últimos 400 metros y acabé en 6ª posición a menos de 30 segundos del bronce, que se lo llevó Simón-Goni. Esa referencia está bien porque así se cuanto debo mejorar para estar con los mejores a la hora de los triatlones. Los resultados aquí:
http://www.clubatletismohuesca.com/images/pdfs/resultadossotonera.pdf
Y esto es todo amigos, espero seguiros contando batallitas pero que sean de una en una.
Saludos, César Escusa.
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