Voy a estrenarme como cronista del blog.
En primer lugar reiterar mi indignación con los responsables del Ayuntamiento de esta nuestra ciudad por la no celebración del Triatlón y por las excusas tan peregrinas que expusieron, ya que en el Triatlón de Castellón cortaron el acceso a las playas (sin otro paso posible) un domingo desde antes de las 8.00 h. hasta las 11.30 h. Eso sí que es afectación al tráfico y no cortar un carril del 3er. cinturón de Zaragoza durante tres horas.
Después de este desahogo, paso a contaros mi fin de semana en Castellón. Tras un viaje muy tranquilo, llegamos al hotel del Grao, situado frente al club náutico. Allí ya se empezaba a respirar ambiente deportivo pues, evidentemente, no éramos los únicos en ir hasta allí de propio para competir en el triatlón e íbamos llegando uno tras otro, con un ir y venir de bicicletas en el ascensor.
Después de dar una “vuelta de reconocimiento” por el paseo marítimo, que no tiene nada que ver con los paseos a los que estamos acostumbrados cuando vamos a los consabidos destinos turísticos de playa, tuvimos buena cena en las terrazas que había junto al puerto y que, además, estaban junto al hotel.
Al día siguiente madrugamos Tere y yo para ir a trotar un poco y sorpresa, me dejé las plantillas en Zaragoza, así que a probar como voy sin ellas. Después a nadar un poco, y la verdad, las sensaciones fueron buenas. Para terminar, de relax en la playa, en primera línea, sin agobios y con una brisa que se agradecía.
Por la tarde, después de la consabida siesta, nos acercamos a la recogida de dorsales. Todo muy bien organizado, sin colas y con un ambiente muy bueno, eso sí, con varias carpas de productos de nuestro deporte con precios bastante hinchados, pero bueno, suerte tenemos de tener “Zenit” y “Albacar”. Tras esta pequeña digresión continúo. Recogimos los dorsales, con las múltiples pegatinas, verificamos el recorrido que tendríamos que hacer y a preparar la bici.
Como todavía era pronto fuimos a dar un paseo, después a cenar (dosis de hidratos con helado incluido) y a dormir que hay que madrugar.
A las 6.00 toca el despertador y a desayunar. Dejo a Tere durmiendo recojo el material y salgo pitando con la bici no vaya a haber overbooking en el ascensor. En la zona de boxes ambientazo ya a las 7.00, dejo todo el material con una tranquilidad que me sorprende a mí mismo, no tengo prisa y todo me lo tomo con calma. Me coloco el gorro y las gafas y me dirijo a la zona de salida, todo el mundo preparado y... primer retraso, se ha estropeado la zodiac que tiene que colocar la boya. Lo solucionan rápido y se da el pistoletazo de salida.
Extrañamente me veo fuerte y atrevido y en vez de tomármelo con tranquilidad me lanzo al agua como si fuera a ganar y sorpresa, todo el mundo me empieza a pasar por encima, golpes, codazos... así que la realidad me pone en mi sitio. Los primeros metros hasta la boya estoy más pendiente de evitar golpes, pero pasada la boya cojo mi ritmo y empiezo a nadar. Para ser mi primer triatlón en el mar me siento cómodo nadando y con buen ritmo, aunque el mar no está en tan buen estado como el día anterior. Salgo del agua y miro hacia atrás, ¡hay unos 100 triatletas detrás de mí! ¡Increíble! El pasillo de transición es de casi 300 metros así que llegamos a la bicicleta con los pies llenos de arena, menos mal que soy previsor y tengo una toalla en la que sacudirme los pies rápidamente, cojo la bici y a rodar.
Los dos primero km. los hago solo, intentado coger al grupo de delante, pero no puedo, así que miro hacia atrás y veo un grupo de unos 6-8 que se acercan, así que me dejo cazar y a rodar. No me podía imaginar que fuéramos tan rápidos hasta que vi la media del parcial (41,5 km/h) y aún así, los dos primeros nos alcanzaron en la última vuelta (nadando le sacaron al tercero cuatro minutos, casi nada).
En las dos primeras vueltas entre 4 o 5 corredores nos relevamos bien pero conforme se nos suma gente al grupo empieza la desorganización, algunos dan unos relevos que parece que les va la vida en ellos, así que opto por reservar en la última vuelta para intentar correr bien.
Llegamos a la transición y estoy tan a gusto que hasta me atrevo a sacar los pies de las zapatillas antes de llegar a la línea de bajada, corro hasta mi sitio, me calzo y a correr. Empiezo tranquilo hasta comprobar que voy bien de piernas, pero no me fío, no son ni las diez de la mañana y el calor, acentuado por la humedad, es intenso. En la segunda vuelta me empiezo a encontrar regular el estómago. Continúo corriendo con muy buenas sensaciones hasta que empiezo a notar cierta molestia en los pies, entonces echo de menos mis plantillas pero queda poco y hay que aguantar hasta el final. La llegada espectacular, yo solo pasando por el arco y con un tiempo de 2h 10´, cuando mi intención era hacerla en 2h 30´.
En la meta busco a Tere y primer abrazo y besito. Tras relajarme un poco me encuentro con gente de Zaragoza que, aunque no nos sabíamos ni los nombres, nos teníamos vistos de diversas carreras.
Tras la reconfortante ducha y la correspondiente paella vuelta a Zaragoza y a la realidad.
Conclusión, gran fin de semana.
Tiempo oficial Triatlón Olímpico: 2:10:54
Natación: 26.57 ritmo: 1.47/100
Ciclismo: 57.50 media: 41.50 km/h
Atletismo. 43.21 ritmo: 4.20 km
Clasificación general: 146
Clasificación veteranos 1: 27
Fdo: Edu.
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