lunes, 11 de julio de 2011

IRONMAN NIZA 2011






A primera hora del jueves 23 de junio iniciamos el viaje hacia una ilusión: finalizar el triatlón Ironman de Niza. Como podréis imaginar muchos meses de entrenamientos, muchos madrugones, muchos kilómetros hechos en agua, sobre la bici y corriendo, todo un esfuerzo y sacrificio con un único fin. El viaje en dos coches, Nacho y Vero en uno y Javi, Toño y yo en otro. Llegamos sin novedad a Niza, al Hotel Oasis. Nos instalamos y salimos a dar una vuelta, cenamos y a descansar. A la mañana siguiente, nos fuimos a la expo a recoger nuestros dorsales y dar una vuelta por los stands de los patrocinadores de la prueba, os podréis imaginar la cantidad de puestos que había y de gente: un ambientazo triatleta total. El resto del día muy tranquilo, todos se bajaron por la tarde a la playa, menos yo que me quedé tranquilamente en el hotel, solo de pensar en la chichirra de calor y sol que caía preferí quedarme a la fresca. Como podréis imaginar las comidas y cenas a tope de hidratos: pasta y pizzas por un tubo, y alguna cerveza que otra también, claro! Llegamos al sábado y ya por la tarde empieza el desfile de triatletas para dejar las bicis y las bolsas de equipación ciclista y atletismo en los boxes. Calor sofocante y colas interminables, a mi me tocó de 14:00 a 15:00 con todos los maduritos. Se veía mucho nivelito, sobretodo de bicicletas.










Llegamos al amanecer del día 26, madrugón, a las 5:00 estabamos desayunando en el Hotel, nos pusimos tibios de todo (buffet libre) y "pitando" a los boxes para reorganizarlo todo, ponernos el traje de neopreno, vaselina al cuello y cremita solar. A las 6:00 nos echaban de los boxes y nos reconducian a los casi 2.700 triatletas hacia la playa. Yo ya andaba perdido respecto a Javi, Nacho y Toño, porque mi posición en los boxes estaba al fondo, estabamos ubicados por grupos de edad. Ya en la playa me coloco en el cajón de salida de -1:02, pero ya había mucha gente por delante, al rato aparece Nacho, Qué alegría!, ya respiramos "Nervio y Ansia", estamos rodeados por todas partes y en breve va a dar comienzo "la gran batalla": la salida del sector a nado, todos a la vez, que emocionante y que infierno a la vez. Bocinazo de salida y al agua, primeros minutos, imposible nadar, ni siquiera a braza, hay que tener paciencia y esperar a que se estire el pelotón en el agua, pero ni aún así, somos demasiados apuntando hacia una bolla a un kilométro de distancia, no podía ir la cosa peor, golpes por todos lados, durante todo el recorrido, como eramos tantos no había forma de librarse de la gente. Por fin, el final, pie a tierra, sensación de mareo, pero entero, duchita de agua dulce mientras me voy quitando el neopreno y carrerita a los boxes. Otra vez y qué alegría me encuentro a Nacho en la transición, otro "abracico" y sale zumbando, yo voy más tranquilo pero sin pausas.










El recorrido ciclista al principio muy bien hasta que llega la primera rampa de ascensión a la Côte de la Condamine, en el km 20, agarrado a los cuernos de la bici y con el corazón en la boca, apuntico de poner pie en tierra, que mal subo y que mal lo paso. En esa subida debía estar parado Nacho arreglando la cadena, ya empezaba su calvario de mala suerte. No me enteré de lo que había pasado hasta el km 70 coronando el Col de l'Ecre cuando me daba alcance Toño. Nacho consiguió apañárselas para continuar hasta que volvió a romper la cadena, Javi le estuvo ayudando haciendo lo imposible, casi un milagro que pudiese llegar hasta el km 160, lo que hace la ilusión por terminar un Ironman, mientras ellos se peleaban con la mecánica de la bici, Toño y yo estabamos inmersos en el Maratón por el paseo marítimo de Niza, calor sofocante 35ºC, las duchas y los avituallamientos aliviaban un poco el desgaste que llevabamos, después de varias vueltas y de preguntarnos por Javi, del que no sabíamos nada, pues si Nacho no había aparecido a esas alturas de la prueba y con lo bien entrenado que estaba teníamos claro que no había podido solucionar el problema de la bici, como así fué, pero de Javi S. lo único que se nos ocurría es que le hubíese pasado algo también o que se hubíese parado a ayudar a Nacho, cuando lo ví aparecer en la bici: qué alegría!, seguía en la prueba y efectivamente estuvo con Nacho hasta el último momento. Perdío mucho tiempo, pero BRAVO Javi, demostrastes ser una gran persona y Amigo de Nacho. Mi más sincero reconocimiento a Javi S. por no haber antepuesto el tiempo en la prueba a echar una mano a un Amigo. Felicidades Javi.





Al final acabamos los tres, cuando llegaba a meta buscando a Vero para que me pasase la bandera de España, veo a Nacho y se juntan sentimientos encontrados, la inmensa alegría por acabar y la inmensa pena de ver que Nacho está fuera y no puede acabar su sueño, que era el de todos: ser finisher Ironman Niza 2.011. La alegría ya no fué la misma para ninguno. El cava aragonés devuelta para Zaragoza.





Al día siguiente, por la noche asistimos a la cena de entrega de trofeos, donde nos juntamos con Dani y Gabriel del Club de triatlón Utebo, y con la ausencia de Nacho y Vero que no estaban para fiestas, dimos por finalizado todo. Al día siguiente madrugón denuevo, y para España.




Felicitar igualmente a los Finisher Aragoneses: Dani Tello y Gabriel del Triatlón Utebo (unas máquinas), a Eduardo y Daniel del Europa y a Agustín del Triatlón Bajo Gállego.




Por último, agradecer a mis amigos de viaje y aventuras Nacho, Vero, Javi y Toño, el haber pasado unos días inolvidables en Niza. Un abrazo muy fuerte a todos y mucho ánimo para Nacho, que para nosotros es un auténtico finisher Ironman aunque las circunstancias no le permitieran atravesar la meta. (Ya te vengarás en su momento y doble alegría tendrás).






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