ECOTRIMAD- BUITRAGO DE LOZOYA- MADRID

El pasado sábado 14 de Junio, Nacho Lopez Usán y un servidor (Nacho de la Iglesia), estuvimos por Buitrago de Lozoya disputando la primera edición del ECOTRIMAD, triatlón que se disputaba sobre unas distancias de 1.9/76/21. En realidad salíamos el viernes por la tarde desde Zaragoza en la furgo rosa de los Galindo (que es talismán como todo el mundo sabe) acompañados de las sufridoras animadoras Verónica y Yoli. Nos alojamos en un camping cerca de Buitrago en un entorno muy bonito del que no pudimos disfrutar ese viernes al llegar ya de noche.

Los objetivos con los que íbamos eran distintos: en principio Nacho corría esta prueba con vistas a su asalto a la distancia IM que intentará el próximo junio en Niza, que seguro que consigue brillantemente y si no al tiempo, y yo con intención de clasificarme para un Campeonato de España, en este caso el de Media Distancia que se celebrará en Vitoria el 24 de Julio. Como también esta prueba daba plazas para el Campeonato de España de LD de Ibiza, y las plazas para este último eran menos que para el de Vitoria (86 clasificaban para Vitoria en nuestro GE y solo 41 para Ibiza), nos propusimos como objetivo algo más ambicioso conseguir acabar entre los 41 primeros de nuestro GE, aunque yo no tenga en este momento nada clara la participación en Ibiza.

El sábado madrugamos un poco, unos más que otros, y comenzamos a preparar todo lo que necesitábamos para la carrera. Aquí tengo que acordarme de lo pesadito que estuve después de llevarme las dos bicis hasta allá, tratando de decidir con cual correría, con la de ruta convencional o con la nueva transition? Las ganas me pedían estrenar en competición la cabra, pero la prudencia, el perfil que habíamos visto del segmento ciclista y las previsiones de tiempo me hicieron decidirme, no sin “dar por saco” bastante, por la de ruta. Decisión de la que más tarde no me arrepentiría en absoluto.

El asunto logístico, como en muchas de las carreras en las que la natación y la meta están en lugares distintos se complicaba, asi que tuvimos que dejar la furgo en meta y subir con todo lo necesario hasta el pantano con las bicis, y las chicas encontraron un coche del canal de Isabel II que amablemente les subió hasta el lugar donde estarían las transiciones y la natación. Los boxes los colocaron en el vaso de una piscina enorme que tienen junto al pantano. Esto haría un poco complicadas las transiciones porque había que bajar unas escaleras para coger y dejar la bici que con lo que cayó en la segunda mitad de la carrera se convirtieron en peligrosas.

Con el tiempo ya justo preparamos todo en los boxes y sin oportunidad de probar la temperatura del agua, que finalmente estuvo menos fría de lo que anunciaban, nos colocamos los neoprenos y nos dirigimos a nuestra salida. Salíamos en la cuarta salida, detrás de los y las élite, del resto de chicas y del grupo de 35-39. La salida no fue muy complicada, solo salimos a la vez unos 144 triatletas, lo que evitó la lluvia de golpes habitual, aunque alguno siempre cae… El embalse de Riosequillo es un buen sitio para nadar, el problema fue que era un circuito a una sola vuelta de 1900m en el que las boyas estaban muy lejos una de la otra y eran pequeñas, con lo que era difícil buscarlas en el horizonte durante la natación. Usán salió en un tiempo de 30:06 y yo algo más atrás en 31:42. Justo cuando yo estoy llegando a la bici veo que el sale ya, haciendo una muy buena transición. Yo también cojo la bici sin problemas y comienzo el segundo parcial. Todavía en este momento la temperatura era buena y el sol se dejaba ver, incluso calentando con fuerza en algunos tramos del recorrido ciclista.

Con la motivación de tener a Nacho por delante empiezo fuerte el segmento ciclista. Ya se puede ver que era lo que nos imaginábamos y lo que nos habían comentado, un circuito duro lleno de toboganes, por buenas carreteras pero muy “rompepiernas”. Me encuentro pesado en las subidas pero tengo sensación de recuperar en las bajadas y llanos. Antes de completar la primera de las dos vueltas que teníamos que dar veo y pillo a Usán. Me parecía pronto para cómo va él este año en bici, pero al alcanzarle nos animamos y tiré para adelante, pensando que poco a poco le iría metiendo algo de tiempo. Me equivoqué porque desde ese momento ya fuimos casi juntos hasta el final de la bici, a tramos yo andaba por delante, otros momentos el me alcanzaba y comentábamos, me vino bien tenerlo cerca, y joder si esta fuerte, porque prometo que no guardé nada en la bici y no perdió casi nada conmigo desde que le pillé. Al comienzo de la segunda vuelta, las nubes que ya habían tapado el sol y amenazaban seriamente por la parte alta del valle comenzaron a descargar. Al principio unas gotas que casi se agradecían pero poco a poco, esas gotas se convirtieron en un tormentón de agua, viento y granizo que convirtieron nuestros 30km finales sobre la bici en un infierno. La temperatura bajó rápidamente y los pueblos que atravesábamos y que en la primera vuelta estaban llenos de gente animando ahora estaban vacíos, las mesas de los puestos de avituallamiento con uno o dos valientes voluntarios aguantando el mismo chaparrón que nosotros, los ríos de agua que cruzaban la carretera hacían peligrosas las bajadas y lo peor era el dolor que las pequeñas bolas de hielo provocaban al golpearnos en los brazos, piernas y cara. La sensación de soledad que tuve en algún tramo del recorrido, junto con el frio y el dolor físico por el granizo me hicieron pensar seriamente en la retirada, y solo daba pedales porque no me quedaba otra opción que llegar a dejar la bici, por allá perdidos nadie nos recogería… He leído después, que hasta la veterana Ana Burgos, que finalmente acabó ganando la carrera, decidió pararse y refugiarse con un grupo de corredores en una marquesina de autobús, perdiendo momentáneamente el primer puesto en el que iba. Yo no paré porque no vi ninguna marquesina, que si no… Acabamos el infierno de la bici calados, helados y totalmente agarrotados del frio y de la tensión, yo en 2h24’ y Usán en 2h27’ solo un poquito por detrás de mi.

Nos encontramos con que las zapatillas están empapadas por no haber previsto el meterlas en una bolsa que las protegiera antes (siempre se aprenden cosas nuevas) y se hacen muy pesadas. Solo me puedo abrigar con unos manguitos que había dejado por si acaso en el box, que por supuesto también están empapados. Todavía dándole vueltas a la idea del abandono por lo mal que lo habíamos pasado en la bici miramos adelante y empezamos la carrera. Ahí es cuando yo empiezo a sentirme que no voy… pago el esfuerzo de la bici y muscularmente me encuentro más tocado de lo normal, pienso en que iré mejorando poco a poco y trato de animarme. La carrera empieza transitando por la presa del embalse, que es una enorme pared de más de 1km de largo donde te cruzas con la gente que ya vuelve. Cuando no habíamos completado la primera vuelta de las 3 que teníamos que dar, Nacho Usán me alcanza y me pasa, va mucho más ligero que yo, mas fácil, y ni siquiera trato de engancharme a él. Viendo la gente que me pasa pienso que me estoy hundiendo y las sensaciones y por supuesto los ritmos no tienen nada que ver con lo que habían sido en la media del pasado domingo en Zgz. Seguramente mis piernas también se acordaban de la media de 6 días antes en ese momento. Usán fue bastante constante durante toda la carrera a pie, ya tiene muy interiorizado el ritmo IronMan y sabe lo que es ponerse en el umbral de sufrimiento y reservar las piernas. Al tener el circuito muchas zonas absolutamente embarradas más propias de cross que de un tri de MD y bastantes subidas y bajadas que hacían daño a las doloridas piernas, Usán me contó que en todo momento trató de no forzar en las subidas porque sentía que los calambres le rondaban. En la última vuelta ya no le resistieron más y con calambres en los isquios, el tío se quitó un imperdible del dorsal y comenzó a pincharse para aliviar el calambre. Dice que lo había escuchado de un PRO que lo había hecho no se donde… yo creo que estos de la UME están “giraos” del todo… Yo seguí con malas sensaciones hasta el final, con muchas molestias estomacales que convirtieron esta parte en una batalla psicológica contra mis ganas de retirarme, pensando que ni plaza para Vitoria ni desde luego para Ibiza ni nada…

Por fin llegó la meta, después de unos 2km finales que con un día bueno tienen que ser espectaculares por la zona histórica de Buitrago, corriendo por la muralla al lado del rio Lozoya y entrando en la plaza del castillo a través de una espectacular puerta de entrada. Todo esto quedó muy deslucido por el barro, el frío y el agua que todo el mundo que estaba en meta tuvo que aguantar… Por lo que parece, en el último tramo me recuperé ligeramente y conseguí recortar algo a Nacho, porque después de haberle visto pasarme con facilidad allá por el km 5, me metió en meta 1’30’’ aproximadamente, marcando él un tiempo de 4:39:13 y yo 4:40:37.

Después de la carrera a intentar abrigarse, a la furgo, recoger todo rápidamente, al camping a la ducha y a cenar con las respectivas que también lo habían pasado muy mal con las inclemencias del tiempo. Por suerte, aunque cansados, los dos acabamos bien la carrera y pudimos disfrutar de unas pizzas y unas cervecillas antes de irnos a descansar. El domingo después de un sueño reparador, montamos todo en la furgo y nos fuimos a pasar el domingo los 4 por Madrid. Al haber salido corriendo de la meta por el frio, no supimos nada de las clasificaciones hasta el domingo por la mañana, ahí nos enteramos de que Usán había quedado el 17º y yo el 18º en nuestro GE (30-34) y el 74º y 79º en la general, con lo que nos vinimos a casa con los deberes hechos, clasificados para Vitoria y para Ibiza. Yo personalmente mucho más contento por los resultados que por las sensaciones en carrera. Y ahora qué hacemos? Ibiza nos espera en Octubre, cuando estoy seguro que Nacho ya podrá decir que es un autentico “Ironman Finisher”.

Gracias a las chicas por aguantarnos, ayudarnos y por animarnos, estas carrerillas serían mucho más duras si no estuvieran ellas dándonos ánimos en las salidas y recibiéndonos en las llegadas…