2ª Cicloturista Las Grullas- Campo de Daroca 2011

Hola a tod@s llevo parte de la tarde sentado frente al ordenador y poco a poco van saliendo a la luz los resultados de otro finde típico Ciercero; competis por aquí, competis por allá. Casi todas las carreras se disputaron ayer sábado, salvo otra cicloturista en la que Javi Veci e Ivan Lahoz se pegaron la mañana de hoy pedaleando a lo largo de cientonosécuántos kilómetros por tierras riojanas.

Para variar, todo ha ido genial, maravilloso, ESPECTACULAR!!!! Dani gana ayer; los Nachetes se marcan sendos carrerones en Buitrago de Lozoya; Héctor es por fin finisher en el IRONCAT.....

Creo que este año en la cena del club el tema de conversación va a girar en torno al dulce momento que estamos viviendo l@s del Cierzo; al menos hasta el segundo plato, luego ya....

Bueno mi participación en "Las Grullas" formaba parte de una preparación que tenía como objetivo final el EXTREME MAN de Salou. Ahora el objetivo final es el ICAN de Mallorca en Septiembre, por tanto seguimos dándole al "training".

Unos 400 ciclistas nos dimos cita en la Puerta Baja de la población de Daroca, desde donde se dió la salida a eso de las 8:40, con una mañana despejada pero fresquíviri.

A 2 km. de la salida 1ª ascensión al puerto de Santed. Como en todas las carreras, se sale "a carajo sacao" y comenzó a hacerse la selección típica mucho antes de lo esperado para algunos.

En mitad de la subida, álguien me llama por mi nombre y, con fortuna, veo que se trata de César Escusa.

-" Cómo tu por aqui? Creí que venía yo solo del club!

-"Ya, yo pensé lo mismo pero aquí estamos....

Total que fue toda una sorpresa para los dos y, a la par, charlando se nos hizo más amena la cuesta.

Bajada peligrosa la de este puerto. Carretera estrecha, montón de curvas..., con todo yo comencé a disfrutar como un enano negociando curvas. Y luego llegó el segundo desnivel positivo. César se había quedado atrás y aquí nadie hablaba, solo se oían resoplidos y alarmas de pulsómetros a punto de echar humo. Yo, a lo mío; subiendo a ritmo, sentado y con buenas sensaciones. Eso sí; comenzaba a hacer un calor "de pelotas". Bajando conecté con un grupo en el que iban dos integrantes del Tri-Utebo. Me dejé ir cómodamente hasta llegar a un repecho antes de comenzar el puerto de Acered y me fuí.

Estuve rodando solo durante hora y media más ó menos. Cogía gente pero me sentía fuerte y seguía. Subí el puerto de Cubel (menudo bicho)adelantando gente que se retorcía sobre la bici intentando sacar energía de cualquier parte. Dantesco!. Fue a dos kilómetos del segundo avituallamiento en Nuévalos, donde un grupeto del ENBIZZI, con más gente por detrás, me dieron caza. Se pararon la mayoría a repostar fuerzas y otra vez solo a subir hacia el Monasterio de Piedra. Las vistas por estos lares son de película. En general, durante toda la carrera el fondo del lienzo se teñía de un verde primaveral que, de vez en cuando, turbaba el polen liberado por los árboles. El calor ya hacía mucha mella en los corredores y, para mas "inri", ahora tocaba subir hacia Torralba de los Frailes pasando antes por Cimballa a mitad de carrera. Empezó a notarse una ligera brisilla desconocida hasta entonces, aunque el sol continuaba castigando nuestros cuerpos. Pero, para castigo, el de enfrentarnos a un terrorífico tramo rompepiernas en el sentido más estricto de la palabra y, cada repecho, era una pared cada vez más larga que la anterior. Pero era satisfactorio a la vez verme subiendo con fuerza, mirando a otros corredores y viendo sus caras de esfuerzo; peleando contra nosotros mismos para poder superar la efímera adversidad de la montaña. Que grande es este deporte!

En Torralba hecho pie a tierra para llenar los bidones en el tercer avituallamiento facilitado por la organización y, solo de nuevo, comienzo una pelea contra lo que ya se había convertido en un molesto viento que ya no iba a dejarnos hasta llegar a meta, a unos 60 kms. Cuanto eché de menos mis queridos acoples...!!!

Tras rodar unos diez kms a merced del viento, conecté con una grupeta de tres unidades y me pegué como una lapa mientras ellos se iban relevando sin demasiado orden, para eso hay que salir a rodar los "findes" con algunos del Cierzo que sí sabemos hacer esto a la perfección, ( olé! ).

En Las Cuerlas el viento pega muy fuerte y entro a los relevos intentando, sin éxito al principio, hacerlos continuados, como solemos hacer nosotros en algún que otro entreno. Al rato ya salían bien y, entre los cuatro conseguimos dar caza a varias unidades que se fueron integrando al grupo, lo que provocó que pudiésemos ir todos un poco más cómodos. Subimos la tachuela del Berrueco y, en la bajada me fuí otra vez. En el llano circulamos paralelos a la laguna de Gallocanta y, el día soleado había sido completamente eclipsado por un montón de nubes que amenazaban con descargar todo lo que tenían antes de que llegásemos a meta. Y aquí llegó mi Calvario particular: había que ascender de nuevo a Santed (el 1º de los 6 puertos), por donde antes habíamos bajado pero, antes de las últimas rampas, había que enfilar una recta sin fin en la cual, el viento azotaba sin piedad alguna. Como pude, cogí la rueda de un Coyote de Épila con quien había rodado antes de subir a Torralba. Entre los dos, a duras penas llegamos a pies de las últimas rampas. En este punto claudiqué y traté de recobrar un poco de fuelle para gestionar lo poco que quedaba. Al Coyote ya no le ví mas.

Habiendo coronado la cima del "último de la tarde", tan solo restaba descender hasta Daroca y enfilar la recta de Meta, situada en el mismo punto de salida y con los últimos 200 metros de adoquinado, aunque ya no había dolor. Lo primero que se me pasó por la cabeza fue como diablos me bajaría de la bici en ese momento para hacer 42 kilómetros más corriendo... Pues con tranquilidad me imagino aunque, a día de hoy todavía tengo los cuádriceps como dos leños de madera.

Al final 5 horas 50 minutos con una media aproximada de 28,8 km/h según mi Garmin.

Cuando ya partía de vuelta a Zgz ví a Cesar y me comentó que, desafortunadamente se tuvo que retirar. Bastantes arrestos le has echado intentándolo compañero. Seguro que cuando lleguen los tri-sprint y demás no va a ser lo mismo, y a ésta, se puede volver el año que viene....

Afilaos los colmillos!!!