miércoles, 3 de agosto de 2011

MARATÓN DEL ANETO por Ana Revilla







La verdad es que esta carrera necesita poca presentación. Una de las grandes del Pirineo, con sus 3 recorridos. Mi marido (Rubén) y yo optamos por realizar “el pequeño” con sus 42 km y casi 2000 metros de desnivel. Un gran reto teniendo en cuenta que no habíamos corrido una maratón todavía.

Asiduos a este valle de Benasque y acostumbrados a la montaña, para nosotros era un gran día. La ilusión de esta carrera comenzó en Abril, cuando decidimos apuntarnos, pero conforme se acercó la fecha los nervios empezaron a salir.

La noche previa a la carrera no hago más que dar vueltas, pero bueno esto entra dentro de la normalidad. No pasa nada, pienso, lo importante ya está hecho y con la ilusión que tengo tampoco hay sueño.

En el desayuno los nervios continúan, pero sigo pensando que tengo que estar tranquila, y logro comer bien.

Revisando el material, me doy cuenta que me he dejado la navaja!!, y la manta aluminizada no cumple las medidas mínimas que exigen. Corriendo nos vamos a por ellas (no hace falta decir a qué tienda…) y vemos la salida de las dos caras del Aneto. Qué emoción!! Ya me estoy viendo en un par de horas ahí dentro.

Recogemos dorsales y nos preparamos para la ocasión.

Aquí es donde comienza el que sería al final, el gran fallo de la carrera… la alimentación.

Desde el desayuno hasta la salida, no comí nada. La carrera empieza y los nervios desaparecen…por fin!! Empezamos suavecito... a un ritmo de casi 6 el km, pero no queríamos forzar, porque el desnivel y los kilómetros eran muchos.

Llegamos a Baños del Hospital, y yo continuo con el agua pero sin comer... no pasa nada, son pocos kilómetros todavía. En cuanto se pone cuesta arriba, pasamos a gente. Esto va bien…

Llegamos a Llanos del Hospital, y decido abrir una barrita, que me cuesta comer como 4 kilómetros. Recargamos agua, y nos dirigimos hacia el puerto de la Picada. Aquí estamos en el kilómetro 18 aproximadamente. Nos enfrentamos a 3 kilómetros de subida, y con un desnivel importante.

De fuerzas hasta aquí se podía decir que estábamos bastante enteros. Iba en la posición 11 de chicas, y por equipos mixtos íbamos muy bien. La estrategia de carrera para guardar fuerzas en subida parecía buena. Aunque no contaba con lo que viene a continuación…

Aquí, en la subida al Puerto es donde decido tomar un gel, pero ya era tarde… Cuando faltan 50 metros para llegar a la cima, noto que algo no va bien. Empiezo a ver algo borroso, las tripas descompuestas y me empiezan a temblar las piernas. Pico en el control de paso, y me doy la vuelta para comenzar la bajada, y aquí viene lo mejor del día…PAJARÓN!!...nauseas, calambres, los gemelos subidos…me caen lagrimones de dolor… Rubén me intenta estirar, y me da comida, intento tomar otra barrita y a beber agua para recuperar, pero sin parar. El dolor de piernas cuando llegamos al final del puerto se me ha pasado, pero en el estómago y el pecho me quedaba lo peor. Además el sol se había ido, y empiezo a tener frío. Empiezo a pensar en abandonar, y cojo el móvil, llamamos a unos amigos para que se acercaran al control.

Aunque aún no tengo claro retirarme. Mi cabeza dice que tengo que continuar, pero el dolor no, y así llego pero ya andando hasta el control de Llanos donde está el hospital de Campaña (kilómetro 30). Le digo a Rubén que continúe ( el sí fue finisher... qué campeón!!), el piensa que lo mejor es que me quede, y ahí aparecen mis amigos, y me desmorono.

Me hacen pasar al “hospital de campaña”, me quedan 12 km en los que ya hay poco apoyo y con el dolor al respirar, hipotermia, nauseas y que no podía tomar nada, opte por abandonar... más bien me convencieron, porque en la cabeza seguía teniendo la entrada a Benasque y conseguir ser “finisher”, pero no pudo ser. En lugar de la medalla, me llevé un jeringuillazo…, al menos me hizo sentir mejor(jejeje).

De los errores se aprende, y el año que viene volveremos a estar allí.

Fdo: Ana R.

1 comentario:

Walter dijo...

Ana. Lo importante es que te enfrentaste al reto que te habías marcado y fuiste capaz de llegar hasta el 30, quédate con eso que noes poco.
De los errores se aprende. Ya verás como a la próxima, los lagrimones serán de emoción al cruzar la línea de meta.
Saludos campeona!